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La energía transformadora de las asanas

Que hacemos cuando practicamos yoga? Usamos el cuerpo y la práctica de yoga como un laboratorio psico-físico, en donde analizamos los paralelismos entre sostener una postura de equilibrio y mantener el equilibrio en nuestra vida cotidiana.  Es decir, exploramos como la práctica y el desarrollo de ciertas capacidades sobre el mat de yoga pueden extenderse a la vida cotidiana. 

Es verdad que no estoy hablando desde un punto de vista científico, y la experiencia seguramente variará en cada persona. Sin embargo, a lo largo de mis años de práctica y enseñanza he podido constatar que hay ciertas características comunes en todas las personas que se inician al yoga de forma continua. 


Yoga en el colegio. Profesoras de yoga que cada semana practican juntas

En general, se sienten mas a gusto consigo mismos, tienen mas confianza, mejor autoestima, la sensación de ir con mas calma por la vida.

Hace un tiempo en una clase una alumna se me acercó al terminar la práctica para contarme que estaba atravesando un proceso de estrés y ansiedad en su vida, y que las clases de Yin yoga, a pesar de que le costaba sostener la quietud le resultaban de gran enseñanza, porque estaba aprendiendo a controlar la ansiedad, por momentos sentía que su corazón se aceleraba y la incomodidad de la postura la abrumaba, pero respirando volvía a centrarse. Unas semanas después se acercó a agradecerme porque había tenido que hacerse una tomografía y lo que había aprendido a través de su práctica diaria le había servido para mantener la calma durante el estudio. Yo creo que esa es la verdadera importancia del yoga en la vida. Todos vivimos en un mundo que dista de ser ideal, nuestra práctica de yoga debería poder facilitarnos la vida en este mundo imperfecto.


No se trata de cuánto hagas, ni de cómo se vea, se trata de que sea una práctica funcional para ti, para tu vida y para sentirte mas a gusto. Todo lo demás es accesorio.


Conexión cuerpo y estados emocionales


Nuestros estados emocionales están muy ligados a nuestra condición corporal y al comportamiento. Por consiguiente, trabajar sobre nuestros cuerpos afectará nuestros estados de ánimo.

Esta conexión puede verse claramente cuando estamos tristes o hasta un poco deprimidos. En general, el desánimo suele estar acompañado de manifestaciones físicas (corporales) y de conductas bien perceptibles: los hombros se caen hacia adelante, se cierra el pecho y restringe la respiración, la espalda se curva y bajamos la mirada.

Esta tendencia a encorvar la columna y a dejar caer los hombros se manifiesta también cuando permanecemos sentados durante largas horas (por ejemplo cuando trabajamos frente a una computadora).

En la práctica del yoga trabajamos continuamente contra esas tendencias. Buscamos enderezar y estirar la columna, crear espacio en el pecho llevando los hombros hacia atrás y hacia abajo con movimientos circulares y desplazar los omóplatos hacia las costillas posteriores. Quien haya practicado yoga sabe que estos movimientos pueden tener un efecto concreto y directo sobre el humor y que los resultados se sienten de inmediato. 


Hay además, efectos más sutiles y prolongados que quizá sean menos evidentes. Dada esta conexión inmediata entre la postura y el estado de ánimo, probablemente no exageremos cuando decimos que se puede combatir la tendencia a la depresión intentando abrir más el pecho y rotando los hombros hacia atrás.

Pero, ¿será tan simple? Hasta cierto punto, sí. Y esto puede tener el peso de una revelación, ya que tantos de nosotros sufrimos de estos humores. Por supuesto, aquí me refiero a formas leves de desánimo y aclaro de inmediato que no estoy sugiriendo un método fácil contra la depresión en general, sino más bien a los estados de ánimo negativos transitorios que de vez en cuando nos afectan a casi todos.


Ustrasana en equipo. No solo mejora la postura si no tambien el estado de ánimo

La práctica constante de yoga puede ser muy efectiva en el tratamiento de cuestiones de ánimo no clínicas, como la tristeza o la falta de energía. Esa es la energía transformadora de las asanas!


A través de los años, he aprendido que comenzar cada mañana practicando yoga no solamente tiene un efecto positivo en ese día particular, sino que también tiene un efecto a largo plazo. Desde que inicié mi práctica hasta el día de hoy, puedo asegurarte que he aprendido a afrontar situaciones de la vida cotidiana de otra manera.

La conexión psicológica, la relación entre la postura y nuestro estado de ánimo es bastante clara.

Si mejoramos nuestra postura en general, de manera que la columna se mantenga recta, los hombros rotados hacia atrás y el pecho bien abierto, respiraremos con más facilidad y tenderemos a sentirnos mejor. Sin embargo, inducir ese cambio en nuestros hábitos posturales está lejos de ser fácil y difícilmente suceda rápido. Por el contrario, es más probable que nos lleve años de práctica cambiar hábitos tan profundamente adquiridos. Pero es posible lograr cambios graduales. La práctica constante proporcionará habilidades para tratar esos estados de fatiga y desánimo recurrentes.


La práctica de yoga puede ser un gran aliado para vivir una vida mas consciente.



Yin yoga en la naturaleza


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